A pocos metros de la Plaza de Olavide, en la calle Trafalgar casi esquina a Eloy Gonzalo, están demoliendo una de las corralas que quedan en el barrio. Durante estos últimos años la casa ha estado sin habitar. Los últimos inquilinos fueron indemnizados. Entre ellos la relojería Cronos que ahora tiene su sede en la calle General Martinez Campos.
No son escasas las corralas que todavía se mantienen en pie en Chamberí. Ya he escrito a veces sobre estos típicos edificios madrileños. Los derechos de vuelo sobre la calle permitirán que en la futura obra que se levante en el solar se puedan alzar tres o cuatro alturas mas que las actuales. De hecho se ha mantenido la fachada seguramente obligados por algún tipo de protección legal del edificio.
Para que quede el testimonio de esta casa me he permitido sacar esta foto. Testimonio de las vidas de muchos vecinos. De una forma de vida de alta calidad humana. De unos espacios humildes y pobres. De unas casas sin la adecuada ventilación. De mucha vida. Desde aquí un recuerdo para tantos vecinos que hoy andan desperdigados por otros barrios de Madrid.
ACTUALIZACIÓN SEPTIEMBRE 2011
Decía yo que los derechos de vuelo permitirían levantar tres o cuatro alturas mas sobre la estructura anterior del edificio. Rectifico: serán ocho alturas en total las levantadas en el edificio en contrucción. Añadir a las ocho plantas tres sótanos y eso nos indicará a las claras el significado de la promoción. Algo así como la multiplicación de los panes y los peces. Uno supone que todo estará sujeto al debido control legal municipal.
Me alegro de que conserven las fachadas de las casas antiguas. generalmente todo lo que se construye a partir de los 60 es horripilante y hasta hace nada, a cualquier casa con solera le daban bacalao sin ningún remordimiento.Madrid no debe perder su identidad
ResponderEliminarHoy hablando con una vecina ya mayor me contaba que en esta corrala era tradicional servir limonadas a los vecinos en las verbenas de la Virgen del Carmen que se celebraban en el barrio durante los años 40 y 50. En los años 40 estas viviendas no tenían aguan en las casas. Teníán una fuente en el patio. Tienes razón. Incluso cuando la fachada es pobre como es en este caso tiene un equilibrio, una sencillez natural. Al conservarla parece que se obliga al proyecto a mantener ese equilibrio, esa naturalidad. Y eso es bueno. Aunque a veces, tu lo sabes, cuando se levantan mas alturas que las primitivas las cosas puedan terminar siendo mamarrachadas.
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