Hoy me ha tocado mirar como una cuadrilla de obreros demolía los restos de la Floristeria de Rosa de la Plaza de Olavide. Ya conocen ustedes la historia pues la conté recientemente en el blog. Tenía la confianza en que alguien se hiciera cargo del puesto que durante tantos años ha dado servicio al barrio.
No ha debido ser posible y lo que ignoro es si la Junta de Distrito abrirá un concurso para un nuevo kiosco remozado y de diseño en el lugar del antiguo.
Hablando de esto de los kioscos acabo de enterarme que la terraza del Café Gijón corre riesgo de cierre debido a que los actuales propietarios del mismo no han conseguido ganar el concurso abierto por el Ayuntamiento para mantenerla. Lo mismo les ha pasado a los kioscos de bebidas del Retiro.
Supongo que el ayuntamiento, hasta cierto punto lo entiendo, quiere ganar el máximo por la cesión de uso privado de los bienes públicos. Pero, por favor, nunca a costa de eliminar señas de identidad de nuestro patrimonio.
ACTUALIZACIÓN 18 MAYO 2012
Un vecino me acaba de hacer llegar un reportaje fotográfico en el que se relata el proceso de derribo del kiosco de Rosa. Creo que completa muy bien esta nota por lo que procedo a publicarla con agradecimiento al autor que ha tenido un sentimiento de orfandad con la desaparición de una de las señas de identidad mas auténtica de nuestra plaza. "Se destruye todo aquello que une a la gente" me dice en el emal que me ha remitido. Gracias José María por tu colección.
Hola Ángel, qué pena me dan estas cosas. Mira que he ido veces y he hecho fotos a la plaza de Olavide y ahora no recuerdo cómo era el quiosco...
ResponderEliminarEspero que no pase como con el de la Plaza de Santa Bárbara, ¿has visto la nueva librería?, menudo cambio tan moderno. Qué mundo.
Era un kiosco vulgar y corriente. Nada que mereciera la pena conservar excepción hecha de la actividad que desarrollaba y de la vinculación sentimental al barrio de tres generaciones de floristas, oficio tan bonito.
ResponderEliminarQué pena me dio el día que vi que sólo quedaba el suelo del kiosco. Conozco a Rosi desde que nací, de hecho siempre que me veía me lo recordaba. Quizá sean tonterías, pero ¿quién no la conocía? ¿Quién no había comprado flores allí alguna vez?
ResponderEliminarMuy buenoooo!!!!!!!
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