El Clínico
es como una segunda casa para muchos vecinos de Chamberí. Consultas con los
especialistas, pruebas diagnósticas, intervenciones quirúrgicas, partos y
urgencias son actividades por las que, unos menos y otros más, acabamos pasando
todos los vecinos y vecinas.
Pero no
solamente los pacientes y los atendidos formamos parte del paisaje humano del
Clínico. Miles de médicos, enfermeros, celadores y multitud de especialistas en
cocina, lavandería, laboratorio y tantas otras disciplinas pasan sus sietehoras
reglamentarias, a veces más si les tocan guardias o el turno de noche, en las dependencias
hospitalarias del noroeste de Madrid.
Dicen los
que saben de estas cosas que los hospitales grandes son organizaciones de
altísima complejidad. Agrupan a profesionales de alta especialización y de
disciplinas muy variadas. Otro factor diferencial que determina los resultados
de un hospital, y en esto no hay organización que se les pueda comparar, es la
calidad humana y profesional de los que contribuyen a sus sostén. De nada
serviría la mejor organización y los mejores recursos si luego al final las
personas responsables de nuestros cuidados no dan la talla humana.
El dolor, la
vida y la muerte son muchas veces las materias primas con las que trabajan los
servidores de la sanidad. Trabajar en esas condiciones exige una gran calidad humana
y unas aptitudes profesionales que no tienen precio.
Muchas veces
no nos damos cuenta del significado que tiene el contar con una sanidad pública
como la española. Tenemos tendencia a pensar que todo depende del dinero que
pongamos en los presupuestos sin darnos cuenta que lo primordial es tratar bien
y con respeto a los profesionales que nos ayudan a superar nuestros trances de
salud.
El Hospital
Clínico tiene una historia realmente apasionante. Como Institución es el
hospital más antiguo de Madrid con enorme diferencia pues es el heredero en línea
directa del Real Colegio de Cirugía de San Carlos fundado en 1787 y sito en la
calle de Atocha, en lo que es hoy Colegio de Médicos de Madrid. Un hospital
clínico, en España, es por definición un hospital en el que se imparte
formación médica y de enfermería y está asociado comúnmente a una Universidad. Hoy
casi todos los hospitales de la red pública imparten formación- programas MIR,
etc-. De esa manera todos ellos son hospitales clínicos que muchos casos tienen
la denominación de hospitales universitarios.
Antiguo Hospital San Carlos de la calle de Atocha. Foto procedente de la página web del Hospital Clínico |
Merece la
pena hacer un recorrido por la historia del HCSC- Hospital Clínico San Carlos- a
través de la página web del propio organismo. Los hitos fundamentales que
me permito señalar fueron, en orden cronológico: la incorporación del Colegio
de San Carlos a la Universidad Central de Madrid en 1845; el largo proceso de
construcción de un nuevo hospital- obra diseñada por Manuel Sánchez Arcas en
estilo racionalista- que se culmina en 1936 en su actual emplazamiento con la
mala suerte de convertirse en territorio de combate en la guerra civil- se
combatió piso por piso durante el otoño del 36 y quedó convertido en una
ruina-; la reconstrucción del hospital a lo largo de la década de los 40 y su
apertura, lenta apertura, en 1951, que no culmina hasta 1965; el paso de
depender de los presupuestos universitarios a pasar formar parte de la red de
hospitales de la Seguridad Social (Insalud) en 1986 y por último el proceso de
reforma respaldado por un Plan Director impulsado en los primeros años 90 y que
todavía se encuentra en ejecución.
El Hospital Clínico destruido en la guerra civil. Foto procedente de la web del Hospital |
El hospital
se organiza en dos alas de hospitalización llamadas Norte y Sur- realmente
deberían llamarse Noreste y Suroeste por su orientación- que rodean unos
bloques centrales, con muchos patios y dependencias- en los que se desarrollan
otras misiones hospitalarias, por ejemplo las recién inauguradas Urgencias así
como los servicios de cocina. En el ala Sur sobresalen una especie de
corredores que se conocen en el argot como “martillos”, que terminan en unas balconadas
enormes y con las mejores vistas de Madrid. En esos balcones suelen los
pacientes internados y los parientes visitantes echarse sus cigarrillos, unos
descaradamente y otros con cierto sigilo clandestino.
El tráfico
de personas entre unos servicios y otros se organiza a través de unos enormes
pasillos en cada ala y algunos otros transversales. La entrada monumental mas
agraciada arquitectónicamente hablando es la orientada hacia la Universidad
Complutense, llamada Puerta A. Las entradas para el público más usuales son las
llamadas Puertas I y G. Y por supuesto unas de las dependencias más visitadas
son las consultas externas que dan por el ala Sur.
Vista del HCSC con el fondo de la sierra de Madrid. |
La situación
privilegiada del HCSC, en el conocido antiguamente como Cerro del Pimiento, es
uno de los factores diferenciales de este hospital con respecto a otros de
Madrid. Las vistas que se disfrutan desde sus alturas, ya lo he dicho antes, son
ciertamente de las más bonitas de Madrid. En el plano más cercano, el museo de
América y el pirulí de Moncloa, el escurialense Ministerio del Aire y el
conjunto de edificios de la Ciudad Universitaria. En el plano lejano, las
espectaculares vistas de la Casa de Campo, del Monte del Pardo y de la Sierra
de Madrid.
El Museo de América visto desde el HCSC |
Pero lo más entrañable
del conjunto lo constituye el público. A las horas centrales de la mañana los
pasillos parecen manifestaciones por las muchedumbres que albergan. Luego por
la noche, los pasillos quedan en calma y solo la labor en las plantas de hospitalización
y en las urgencias dan fe de la vida hospitalaria. Alguna noche pasando por la
planta baja tienes la sensación de estar solo en el mundo. Ni un alma por los
largos pasillos. Acaso alcanzas a ver una camilla en el recodo de alguno de las
esquinas. Existe la leyenda urbana en el Clínico, que no se entere el amigo
Iker Jiménez, que habla de una camilla loca con un conductor invisible que
aparece y desaparece en medio de los pasillos en mitad de la noche. Otra leyenda,
en este caso se la escuché a mi padre hace ya muchos años, que nos habla de los
fantasmas de un grupo de milicianos que de vez en cuando se echan unas risas y
emiten el humo de sus cigarrillos desde uno de los patios del centro.
Cuartel del Estado Mayor del Aire en Moncloa visto desde el HCSC |
El Clínico
era un hospital con cierta mala fama de cuidados a los pacientes hasta los años
90 pero que sin ninguna duda ha ido mejorando sustancialmente en estos veinte
últimos años, desde su incorporación a la Red de hospitales públicos del
antiguo Insalud. Tiene servicios de alto prestigio. No seré yo quien diga cuáles
de ellos superan la media de otros hospitales de Madrid pero para nadie es un
secreto que Cardiología, Oncología, Endoscopias, Reumatología y Cirugía de Mama
son servicios muy bien considerados en la comunidad médica y científica.
Una vista del HCSC |
La verdad es
que los vecinos del barrio tenemos mucha suerte disponiendo de un hospital como
el Clínico. Al final los servicios médicos se miden por su calidad asistencial.
Tenemos la manía de nuevos ricos de pensar que los hospitales son mejores en
función de la calidad de las habitaciones. Pero eso es lo de menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
El autor del blog no se responsabiliza del contenido de los comentarios efectuados por terceros. El autor del blog en defensa de los intereses y del respeto debido a personas o a colectivos se reserva el derecho de suprimir comentarios que dañen a terceras partes. Los insultos y el spam serán borrados tan pronto como se detecten. No se aceptarán comentarios que incluyan enlaces comerciales en las identificaciones de autor.