Mayte Ayuso es una
vecina del barrio desde su infancia. Me ha mandado un texto y unas fotos
que lo ilustran para publicar en el blog. Yo estoy encantado de hacerlo
pues no es otro el sentido de estas hojas virtuales. La memoria colectiva solo
se puede construir grano a grano, con la participación de todos. Gracias Mayte.
Hola
me he alegrado mucho al descubrir estas historias que me recuerdan tanto mi
niñez. Yo nací en la calle San Bernardo, entre la Glorieta de San Bernardo, que así la llamábamos todos (vamos
la de Ruiz Jiménez) y Quevedo. Entonces
esa parte de calle comprendida entre las dos glorietas era más ancha, con dos filas de árboles, como
mi calle actual, Álvarez de Castro. Más tarde, no acierto a ponerle fecha,
quitaron una fila de esos árboles para
beneficio de los coches.
En esas fechas jugamos en las calles, y vimos cómo fueron haciendo la Plaza del Conde de Valle de Suchil que luego sería el parque donde jugábamos a rescate, a tula y a tantos otros juegos los amigos del barrio y de la pandilla.
En esas fechas jugamos en las calles, y vimos cómo fueron haciendo la Plaza del Conde de Valle de Suchil que luego sería el parque donde jugábamos a rescate, a tula y a tantos otros juegos los amigos del barrio y de la pandilla.
De la Plaza de Olavide recuerdo como mi madre y yo íbamos a comprar al Mercado y que en invierno hacía un frío tremendo allí, porque no se si os acordáis alguno, tenía forma de tarta de bodas, el piso más grande era el primero el segundo más pequeño y así hasta cuatro pisos, que estaba abierto por el frente. La ventaja de ello era que no olía como otros mercados, que el frutero nos daba zanahorias peladas. Recuerdo también a la señora Trini de la pollería en el centro de la plaza, que le regalaba a mi hermano pequeño huevos sin cáscara que eran como solo de yema. Ahora Fernando su ayudante tiene un puesto impresionante en el mercado de Chamberí de Alonso Cano. Si vais por allí preguntarle es un gran profesional.
De
la tienda que comentabas de Cardenal Cisneros esquina Olid, me acuerdo
perfectamente del dependiente. Le he visto hace unos años y a mí me parece que
sigue igual. Recuerdo de esa tienda las galletitas pequeñitas con forma de
pellizquito, no sé cómo se llamaban, no se si
perruchillas o algo así, pero son esos pequeños recuerdos de la infancia
que no se olvidan.
Y
que más contar de mi barrio sobre comercios antiguos de esas fechas. Está una
pequeña mercería que lleva el nombre de Marifer en la misma calle
de Cardenal Cisneros entre la Calle Olid y la Calle Gonzalo de
Córdoba, en esa época atendida por su
dueña una señora mayor y ahora dirigida por su hijo.
Escaparate de la mercería Marifer a la que se refiere Mayte. |
Recomiendo por paséis por allí pues tiene de todo. Os trataran muy bien y si tenéis alguna duda también aconseja de maravilla.
También está el Botón de Oro, otra mercería de toda la
vida no recuerdo el nombre de la calle. Nota del transcriptor: se trata de la calle Juan de Austria.
En la misma Plaza Olavide tenéis la Zapatería Cantero,
visita obligatoria al principio de otoño para comprar las zapatillas calentitas
y a finales de junio a comprar las
chanclas de la piscina.
Calzados Cantero. Comercio mas antiguo de la plaza del que hemos | comentado en algunas ocasiones |
Como podéis ver empiezo y no acabo y es que me gusta mi barrio. Ejerzo de chamberilera y presumo de ello, para mi es que lo tiene todo.
Un saludo y hasta pronto.
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