8 de julio de 2012

Los paseos de Galdós por la Plaza de Olavide y el barrio de Trafalgar

Estatua de Pérez Galdós en el Retiro.


Recientemente uno de los lectores del blog, Vicente Lorenzo, nos dejaba este estupendo regalo en un comentario dedicado a las páginas de Fortunata y Jacinta de Pérez Galdós[i] localizadas en el barrio de Trafalgar:

"Cuando leía la entrada dedicada al Asilo de Jesús de la calle Alburquerque, he recordado que en la novela "Fortunata y Jacinta", publicada en 1887, se cita un asilo fundado por Guillermina Pacheco en la calle Alburquerque:

"Con que ya ven ustedes cómo así, a lo tonto a lo tonto, ha venido sobre mi asilo el pan de cada día. La suscripción fija creció tanto que al año pude tomar la casa de la calle de Alburquerque, que tiene un gran patio y mucho desahogo. He puesto una zapatería para que los muchachos grandecitos trabajen, y dos escuelas para que aprendan. El año pasado eran sesenta y ya llegan a ciento diez. Se pasan apuros; pero vamos viviendo. Un día andamos mal y al otro llueven provisiones. Cuando veo la despensa vacía, me echo a la calle, como dicen los revolucionarios, y por la noche ya llevo a casa la libreta para tantas bocas. Y hay días en que no les falta su extraordinario, ¿qué creían ustedes? Hoy les he dado un arroz con leche, que no lo comen mejor los que me oyen. Veremos si al fin me salgo con la mía, que es un grano de anís, nada menos que levantarles un edificio de nueva planta, un verdadero palacio con la holgura y la distribución convenientes, todo muy propio, con departamento de esto, departamento de lo otro, de modo que me quepan allí doscientos o trescientos huérfanos, y puedan vivir bien y educarse y ser buenos cristianos." (PARTE 1, capítulo 7)

"La planicie de Chamberí, desde los Pozos y Santa Bárbara hasta más allá de Cuatro Caminos, es el sitio preferido de las órdenes nuevas. Allí hemos visto levantarse el asilo de Guillermina Pacheco, la mujer constante y extraordinaria, y allí también la casa de las Micaelas. Estos edificios tienen cierto carácter de improvisación, y en todos, combinando la baratura con la prisa, se ha empleado el ladrillo al descubierto, con ciertos aires mudéjares y pegotes de gótico a la francesa. Las iglesias afectan, en las frágiles escayolas que las decoran interiormente, el estilo adamado con pretensiones de elegante de la basílica de Lourdes. Hay, pues, en ellas una impresión de aseo y arreglo que encanta la vista, y una deplorable manera arquitectónica." (PARTE 2, capítulo 5)

Evidentemente, este asilo no es el que se comenta en esta entrada del blog, pero, por las fechas, muy probablemente está inspirado en él.

No son estas las únicas referencias a los alrededores de la plaza que aparecen en la novela de Galdós:

Doña Lupe vive en la calle Raimundo Lulio:
"Púsose, pues, a zurcir en su sitio de costumbre, que era junto a la vidriera. En el balcón tenía dos o tres tiestos, y por entre las secas ramas veía la calle. Como el cuarto era principal, desde aquel sitio se vería muy bien pasar gente en caso de que la gente quisiese pasar por allí. Pero la calle de Raimundo Lulio y la de Don Juan de Austria, que hace ángulo con ella, son de muy poco tránsito. Parece aquello un pueblo." (PARTE 2, capítulo 3)

Cuando Fortunata y Maxi se casan, van a vivir junto a Doña Lupe en la calle Sagunto esquina a Castillo:
"Contole un día que ya tenía tomada la casa, un cuarto precioso en la calle de Sagunto, cerca de su tía." ...
"Charlaron otro día de la casa, que era preciosa, con vistas muy buenas. Como que del balcón del gabinete se alcanzaba a ver un poquito del Depósito de aguas[ii]; papeles nuevos, alcoba estucada, calle tranquila, poca vecindad, dos cuartos en cada piso, y sólo había principal y segundo. A tantas ventajas se unía la de estar todo muy a la mano: debajo carbonería, a cuatro pasos carnicería, y en la esquina próxima tienda de ultramarinos." ...
"Fortunata en el balcón, mirando por la calle del Castillo hacia el paseo de la Habana, ..." (PARTE 2, Capítulo 7)

El paseo de la Habana es la actual calle de Eloy Gonzalo."

Hasta aquí el texto de Vicente Lorenzo, a quien damos las gracias por esta contribución al blog.



[i] Nota de Ángel de Olavide. La relación de Galdós con Madrid es sobradamente conocida. “Nací a los veinte años, en Madrid...” escribía. Su relación con Chamberí es si cabe mas íntima. Vivió y murió en la calle Hilarión Eslava número 7 y fue comidilla en los círculos literarios que durante muchos años mantuvo una especie de “picadero” en la calle de Santa Engracia esquina a Raimundo Lulio. También tuvo otro piso alquilado en Alberto Aguilera 70.

[ii] Nota de Ángel de Olavide. No es la única vez que Galdós nos habla del Depósito de Aguas de Santa Engracia. El comienzo de Tristana nos dice PG refiriéndose a Don Lope Garrido: “En el populoso barrio de Chamberí, más cerca del Depósito de Aguas que de Cuatro Caminos, vivía, no ha muchos años, un hidalgo de buena estampa y nombre peregrino…”. Por cierto que en Tristana se encuentran mas referencias a Chamberí.

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