29 de febrero de 2012

La policía municipal impide un concierto musical en la plaza de Olavide

Foto extraida de la página informativa de la Asamblea Popular de Chamberí


Me entero a través de la página informativa de la Asamblea Popular de Chamberí que la policía municipal impidió que un concierto de música folk ofrecido por el grupos Soulzen y el cantautor Juan se desarrollase debidamente al prohibir el uso de un pequeño equipo amplificador que el Grupo de trabajo de Educación y Cultura de la APCH había puesto a disposición de los artistas.

Supongo que la policía recibiría órdenes superiores. No estuve en el concierto por lo que me abstengo de comentar en extenso la noticia. Solo diré que es la primera vez- y vivo en la misma plaza de Olavide- que me entero que nuestra policía local prohibe el uso de amplificadores para la audición musical.

Diariamente tengo que soportar, unas veces de buen gusto y otras con sordo malestar, a innumerables grupos de músicos callejeros y populares con sus instrumentos a todo meter. Nunca he visto a cuerpo policial alguno controlar el uso de esos artefactos. Tampoco evitando los ruidos del botellón ni los frecuentes griterios de todo tipo de públicos.

Esta actuación policial merece mi repulsa. Ahora bien me servirá de base para exigir en los momentos que lo precise similar comportamiento. Veremos si la respuesta de nuestras autoridades tiene el mismo efecto represivo. Mucho me temo que la represión en este caso tiene un componente político manifiesto.

22 de febrero de 2012

El Real Madrid de baloncesto visita el barrio

Momento en el que el Real Madrid sale de la sede de su patrocinadotr MMT. al fondo la Plaza de Olavide


Como diría un gacetillero en prácticas, hoy todo el barrio de Chamberí era un clamor madridista. Como no soy un plumillas y mis capacidades reporteriles son inexistentes me limitaré a pasar la noticia de la manera mas aséptica posible y diré que esta mañana los recientes campeones de la Copa del Rey de Baloncesto, el Real Madrid, se han pasado por la sede de su patrocinador en la calle Trafalgar 11. Por cierto que en esa misma dirección estuvo la primera embajada de la República Popular de China en nuestro país allá por los años 70 del siglo pasado.

Ya les he contado en otro lado que uno es sentimentalmente madridista. Pero solo en cuestiones de futbol. En cuanto al deporte de la canasta mis devociones van por otros derroteros. Como antiguo alumno del Ramiro de Maeztu soy, irremediablemente, del Estudiantes y de su fracción mas demente para mas señalamiento.

Coincidió esta mañana que volvía para casa en el justo momento que los jugadores del Madrid terminaban de celebrar una rueda de prensa, o eso me pareció a mi pues a lo mejor solo estaban tomándose un tentempie, en las oficinas de la compañía de seguros que patrocina-sponsoriza en lenguaje profesional. sus camisetas. La Mutua MMT por si no lo saben es una pequeña empresa fundada por un grupo de taxistas madrileños en el año 1932. Desde entonces y sin solución de continuidad han venido creciendo y hoy se han convertido en una referencia en su sector. Este año el patrocinio del Real Madrid les ha salido a cuenta. Recuerdo que en años pasados MMT fue el soponsor del Estudiantes. Pero se cambiaron la camiseta afortunadamente para sus intereses. Enhorabuena en cualquier caso y a esperar que en algún momento patrocinen también la actividad deportiva de nuestros equipos locales chamberileros muy necesitados de apoyos los pobres.

20 de febrero de 2012

Bombardeos en la guerra civil. Segunda parte


 Edificio de la Plaza de Olavide bombardeado en la guerra civil. Es el actual edificio donde se ubica la Escuela Popular de Música en la esquina con los pares de Trafalgar.


En Abril del año pasado publiqué unas fotos y un comentario sobre el bombardeo que sufrió un edificio de la Plaza de Olavide. La base del artículo la constituían unas fotos originales de Teodoro de Anasagasti.
Este es el enlace al que me refiero: La Plaza de Olavide: Bombardeos sobre la Plaza de Olavide en la guerra civil

Mas recientemente y buscando información sobre Largo Caballero, dirigente histórico del PSOE, que nació y vivió en nuestro barrio, encontré una noticia muy curiosa sobre un atentado que sufrió Francisco Largo Caballero en el mes de Marzo de 1936. Parece ser que dos pistoleros lanzaron un ataque armado contra su residencia en la calle Viriato 39. Esa misma investigación me llevó a  obtener una imagen de la finca de Viriato 39 en una valiosa página web titulada Crónicas de Retaguardia página que recomiendo vivamente.

Desde alli y tirando del hilo llegue a conocer el excelente trabajo que el blog de Juan Larrea titulado Las Heridas de la Guerra está realizando explotando a fondo y de manera creativa el conocido como Archivo Rojo. El Archivo Rojo no es otra cosa que un valioso archivo fotográfico creado por la Junta de Defensa de Madrid durante la República para documentar los daños producidos por el ejército de Franco durante el asedio de Madrid. Ese conjunto con sus correspondientes detalles forma parte de las colecciones archivísticas que el Ministerio de Cultura ha colocado en Internet.

El blog Las Heridas de la Guerra, cuyos materiales en el futuro se trasladarán a la imprenta en un libro del cual en su momento espero que Juan Larrea nos de cumplida información,  ha tratado de reconstruir la memoria de muchos barrios de Madrid colocando como en un espejo las fotos antiguas de las fincas dañadas por la guerra y las correspondientes al mismo espacio vital en nuestros días. Pienso que solo vecinos muy mayores tendrán un recuerdo nítido de aquellos especiales acontecimientos y que merece la pena reproducir para el resto parte del trabajo de nuestro amigo.

He seleccionado algunos conjuntos fotográficos de aquellos edificios documentados próximos a la Plaza de Olavide. Todas las fotos pertenecen al blog Las Heridas de la Guerra y su enlace directo figura en el título superior de cada serie.






 






Solo me queda dar las gracias a Juan por su gentileza en permitir la reproducción de las fotos.

15 de febrero de 2012

La estatua de Quevedo en su glorieta

Estatua de Quevedo. Foto del autor del blog tomada un día de niebla invernal.



Cuando Alfonso XIII cumple su mayoría de edad-1902- y pasa a ser rey de España, después del periodo de regencia de su madre María Cristina, el Ayuntamiento de Madrid que entonces preside Alberto Aguilera - como veis Alberto es un nombre repetido en la alcaldía de la villa y corte- encarga a una serie de artistas que realicen estatuas de homenaje a favor de personajes muy significados de la historia de España y conectados todos ellos con la capital madrileña.

Los personajes elegidos para formar parte de esa nómina ilustre son Agustín Argüelles, Bravo Murillo, el marqués de Salamanca, Francisco de Goya, Francisco de Quevedo, Lope de Vega, los sainetistas Fernández de Moratín y Ramón de la Cruz y el arquitecto Ventura Rodríguez. Los sainetistas y el arquitecto quedan descolgados al final y tendrán que esperar mejores tiempos. Cada estatua se presupuesta en 35.000 pesetas de la época. El único escultor que no cumple con el presupuesto y que se descuelga con una factura de 65.000 leandras es el tortosino, de  Tortosa, Tarragona, Agustín Querol al que le había sido encargada la correspondiente a Quevedo.

Además la estatua se hace de rogar. Querol se ha empeñado en colocar al insigne y popular vate sobre una peana de tamaño ciertamente colosal. La cosa es que el protocolo exige levantar la estatua sea como sea y al autor se le ocurre colocar una réplica en yeso provisionalmente en la fecha prevista del 5 de Junio. La estatua definitiva no se erige hasta finales de Octubre y además con cierta merma material sobre el proyecto inicial ya que no incluye cuatro bajorrelieves de bronce con títulos de obras de Quevedo previstos para ser situados en el historiado pedestal.

El primer emplazamiento de la obra no viene a la plaza dedicada al escritor del siglo de oro. En esos momentos en la glorieta de Quevedo tiene asiento el monumento al 2 de Mayo de Aniceto Marinas. No era cosa de desvestir a un santo para vestir a otro debieron de pensar las autoridades por lo que se decidió colocar a Quevedo en la cercana glorieta de Alonso Martínez. En 1963 se enderezó la lógica del emplazamiento por exigencias del creciente tráfico rodado de Madrid y fue entonces que nos colocaron a Quevedo en su propio domicilio acabando así con sesenta años de inquilinato en casa ajena.

Y esa es la historia del monumento a Quevedo que podemos saludar día tras día solo con pasar por la glorieta del mismo nombre.

Si quieren mas detalles acudan a la fuente documental sobre monumentos de Madrid de nuestro ayuntamiento. Por cierto: uno de los mejores productos culturales en la red de nuestra ciudad. Aunque si se fijan en el caso de la ficha dedicada a Quevedo cometen un error tonto, sospecho que mecanográfico que decíamos antigüamente. Hablan de Alfonso XII en vez del XIII.

12 de febrero de 2012

La chica del Gingerboy en la calle Murillo

Oleo sobre lienzo del artista Ron Zohar. 


Hasta el día 22 de Febrero tienes expuesta en la Sala Retiro del Metro de Madrid una buena selección de cuadros de diferentes artistas que tienen como tema la ciudad de Madrid. Sus gentes, sus vistas y paisajes, sus costumbres. Muchos de los  que autores se nota que  son noveles pero el nivel medio de la exposición está bien logrado. La organización del evento corre a cuenta de la Academia DeCinti Villalón.

Entre los cuadros expuestos me ha llamado la atención este del autor o autora Ron Zohar. Cualquiera que pase con asiduidad por nuestra plaza observará que la escena del retrato de la dama pelirroja corresponde al restaurante Gingerboy de la calle Murillo, en la misma esquina de Olavide.

Por cierto, y sin que sirva de precedente diré que ese restaurante de comida tailandesa para llevar tiene una cocina de muy buena calidad. No tengo ni idea de cocina thai pero las pocas veces que he tenido la ocasión de probarla me he llevado una agradable sorpresa.

¡Al rico botellón helado!

Foto de Rafa. Gracias por permitir su reproducción en el blog.

Una imagen insólita de la fuente de la Plaza de Olavide. Las aguas heladas soportan el peso de restos del botellón nocturno.

Aquí por lo que se ve a todos nos toca aguantar el botellón. Hace unos años era normal que algunos dueños de perros no recogiesen las caquitas de sus mascotas. Hoy, gracias a distintas medidas, la mas importante la propia conciencia de los dueños de los perros, esa lacra casi, casi ha desaparecido totalmente. Con esto del botellón yo me conformo con que los practicantes del rito retiren sus restos a sus convenientes papeleras y contenedores. Si se puede celebrar la fiesta alcohólica a cinco grados bajo cero está claro que sus practicantes tienen preparación física y anímica como para realizar ese sacrificio.

¿O es mucho pedir?

Un poeta de Nicaragua en la Plaza de Olavide en los años 60


En los años 60 paseó las noches de nuestro barrio el noctámbulo poeta nicaragüense, aunque nacido en Guatemala, Carlos Martínez Rivas. No le debía resultar dificil encontrar la pensión en la que residía una vez localizada la plaza. El portal estaba en la misma vuelta de la plaza de la calle Raimundo Lulio. Entre paréntesis: que gran personaje el del mallorquín Ramon Llull.

Aquí vivió nuestro poeta durante unos pocos años en razón de su nombramiento como agregado cultural de la embajada de su país. En aquellos años no era dificil cruzarse en las calles de nuestra ciudad con una innumerable colonia de estudiantes e intelectuales latinoamericanos. La política cultural de Franco en aquellos años a través de la institución Instituto de Cultura Hispánica, que tenía su sede por detrás de la clínica de la Concepción, era la de atraerse la presencia de la intelectualidad de los paises de América para tratar de generar un discurso de aprecio a la famosa "Madre Patria" y confrontar con la fuerza de la España del exilio en el movimiento cultural del continente americano,


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