14 de julio de 2011

Sastrería Madrid-Sabadell. Otro cierre comercial.


Discretamente, como el que se va de vacaciones y apenas entorna las contraventanas de su casa, la pañería y sastrería MADRID-SABADELL de la calle Eloy Gonzalo echa el cierre.

No lo he sabido hasta ayer mismo y por lo tanto no he tenido ocasión de hablar con Manolo, el sastre y propietario de la tienda, por lo que poco se de las causas del cierre.

Según me comentan los vecinos ya tenía muy cerca la edad de jubilación. Lo que me extraña es que muy recientemente habían arreglado la marquesina. Yo creo que nadie que piensa cerrar se gasta un duro en reformas. Especulo sobre la posibilidad de que hubieran intentado cerrar un acuerdo de traspaso por ejemplo sin haberlo conseguido.

La sastrería tiene en su escaparate y en sus muebles interiores toda la traza del diseño de los 50. Formas ovaladas, mesas con cantos redondeados en madera fina y clara.

Sobre el nombre no son muchos los detalles que tengo. En los años 50 el prestigio de los paños catalanes era muy alto. Madrid, la España entera autárquica, se nutría de las fábricas de Sabadell y los representantes del ramo, catalanes la mayoría, eran capaces de suministrar género y servir a los cientos de talleres de sastrería artesanal que todavía existían en España. Además tenían una ventaja los catalanes: daban crédito a sus clientes y eran serios en el trato. Era muy alto el prestigio de los catalanes en el comercio.

Cuando algún catalán pasa por delante de la tienda, no digo nada si además es de Sabadell, se lleva una enorme alegría al ver los títulos de esta tienda. De alguna forma la sastrería Madrid-Sabadell era una representación diplomática y cultural catalana en Madrid.

Yo no creo que Manolo fuese catalán, ni siquiera su padre, sastre como él, que fue el que fundó el establecimiento. Pero supo mantener bien alto el pabellón de una referencia textil de leyenda.
Algo muy malo nos pasa en España cuando el pequeño comercio, el tradicional comercio artesano, mucho mas en un oficio tan especial como la sastrería, desaparece de nuestras calles. Sastrerías que supieron defenderse de la aparición de las modernos industrias de la confección y del comercio a gran escala desaparecen hoy víctimas de la competencia de los géneros y las confecciones de los países que llaman emergentes.

No se si en el caso de haber regalado algún traje a algún político se hubieran librado de las crisis. Me temo que no.

Desde aquí un saludo para Manolo y para su otro compañero, ya mayor que él, que hasta hoy eran una referencia en el barrio. Siempre tan bien vestidos, siempre dando imagen. Serios. Por cierto que Manolo y su familia tuvieron un importante intervención como actores en la película "La familia y uno mas"....


2 comentarios:

Mutagénesis Convergente dijo...

Ya no quedan sastres, y es una pena. Es un oficio que se está perdiendo. Seguro que Manolo no tenía ningún aprendiz en la actualidad, ni ningún relevo generacional para seguir con el negocio.

Ahora, cuando te vas a hacer un traje a medida, en todos los sitios te venden unos patrones preconfeccionados sin mangas, que solo tienen que arreglar de una forma mínima. Ya nadie hace un traje de cero.

Coincido en tu opinión: es una pena que la industria acabe con los pequeños comercios tan cercanos al barrio.

miguel dijo...

Quien se lo iba a decir a los de este gremio,que un dia llegarian los zara,etc y arrasarian con el mercado.Entrar a una tienda y poder coger y coger cosas sin ser atendido.Impensable hasta finales de los 80,donde el vendedor te llenaba el mostrador de ropa y tu intentabas decidirte.

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