Primer establecimiento en Madrid de la enseña El Brillante, en la calle Eloy Gonzalo |
Alfredo
Rodríguez llega a Madrid con una maleta de cartón atada con cuerdas. Deja su
pueblo natal de León, Campillo, en el valle del Esla, y se establece en Madrid.
Hablamos de poco antes de la guerra civil española. Tiene Alfredo cuando
empieza el conflicto poco más de diecisiete años. Uno de los muchos trabajos
que emprende en la dura posguerra es el de camarero en el bar La Joya. Es allí
donde aprende bien el oficio y se percata del futuro del negocio madrileño de
la restauración popular.
Sabe
que la cosa consiste en armar a la vista de los clientes bocadillos de todo
tipo. Preferiblemente calientes y que puedan sustituir la comida tradicional. Con
ello da una vuelta de tuerca al concepto de taberna madrileña y acercarse al de
snack bar a la americana. Esa fusión del bar y la taberna con un servicio de
barra y cocina rápida-freiduría- al instante ahora nos puede parecer normal, pero entonces
era toda una revolución en las formas de organizar el negocio de la
restauración. Acierta con el concepto, una especie de fast food avant la
lettre. Y mucho más acierta al convertir el bocadillo de calamares en el producto mas
querido por el público de Madrid.
Su
primer establecimiento lo abre en la calle Eloy Gonzalo, a espaldas de la Plaza
de Olavide y a un paso de Quevedo. Estamos en 1953. Luego vendrán otras
aperturas. Atocha, Bravo Murillo y Vallecas. Alfredo tiene un sentido muy
moderno de las relaciones laborales y sabe como ganarse la lealtad y la
confianza de sus empleados. Siempre paga por encima de la media y garantiza, a
poco que el trabajador cumpla, seguridad en el trabajo y un trato familiar. Algunos
del barrio todavía se acuerdan del señor Lorenzo, uno de sus primeros empleados
con tanta devoción al trabajo que hasta dormía en el local.
Alfredo
introduce otra novedad en sus establecimientos. Instala en ellas churrerías
propias con lo que ofrece los desayunos y meriendas tradicionales madrileños en
las mejores condiciones de calidad.
Alfredo
Rodríguez muere en los años 90, no se precisar la fecha pues me ha sido
imposible entrevistar a su hijo y sucesor, también llamado Alfredo. El caso es
que con su desaparición el negocio queda dividido entre sus hijos. Alfredo
Rodríguez se queda con los negocios de Atocha y con el de Eloy Gonzalo. Cuentan
los que le conocen que Alfredo, hijo, es un devoto seguidor del estilo de
trabajo de su padre. Esforzado, leal con su gente y siempre dispuesto a ponerse
manos a la obra sin que se le caigan los anillos.
El
negocio ya no es el de antes. La fórmula no resulta tan novedosa y hoy los
mercados de la restauración rápida están muy fragmentados. Pero el bocadillo de
calamares sigue siendo un estándar popular. Otra cosa es que el concepto global
ha dejado de resultar moderno. Sufren los bares como El Brillante lo mismo que
el conjunto del gremio de la hostelería tradicional madrileña.
Pero
bueno, nosotros a lo que vamos, en nuestro barrio, nació El Brillante.
Generaciones de vecinos han parado y hecho fonda en el bar de la esquina de
Eloy Gonzalo con Cardenal Cisneros. La catedral del bocadillo de calamares…un
respeto.
ACTUALIZACIÓN 3 DE JUNIO 2012
Coincide que hoy, 3 de Junio, en El Brillante se celebra el día dedicado a Médicos sin Fronteras. Un día del año toda la recaudación del bar se entrega íntegramente a esa organización no gubernamental.
ACTUALIZACIÓN NOVIEMBRE 2014
El bar El Brillante de Eloy González cierra. Como muchos de vosotros conoceis a mediados de Diciembre, poco más de un mes queda, cerrará definitivamente el bar El Brillante de la calle Eloy Gonzalo. Con ese cierre desaparecerá una institución del barrio. Ese bar donde todos hemos desayunado o merendado churros o porras infinidad de veces, Donde nos hemos metido para el cuerpo unos cuantos bocatas de calamares o donde hemos comprado los domingos el reglamentario pollo asado. Las circunstancias del negocio como la desaparición de la prórroga de la ley Boyer de alquileres antiguos y cambios sociales que a nadie se le ocultan la propiedad del negocio cree imposible el mantenimiento del mismo. No sabemos que pasará con el personal, si se logrará recolocar en otros establecimientos de la cadena o si quedarán en la calle.
Se están recogiendo testimonios de los vecinos de agradecimiento a las personas que han estado siriviendo desde el bar a multitud de vecinos del barrio. Si quieres colaborar entra en el grupo "NO ERES DE CHAMBERÍ SI...". También puedes dejar tu testimonio en esta página.
ACTUALIZACIÓN 3 DE JUNIO 2012
Coincide que hoy, 3 de Junio, en El Brillante se celebra el día dedicado a Médicos sin Fronteras. Un día del año toda la recaudación del bar se entrega íntegramente a esa organización no gubernamental.
ACTUALIZACIÓN NOVIEMBRE 2014
El bar El Brillante de Eloy González cierra. Como muchos de vosotros conoceis a mediados de Diciembre, poco más de un mes queda, cerrará definitivamente el bar El Brillante de la calle Eloy Gonzalo. Con ese cierre desaparecerá una institución del barrio. Ese bar donde todos hemos desayunado o merendado churros o porras infinidad de veces, Donde nos hemos metido para el cuerpo unos cuantos bocatas de calamares o donde hemos comprado los domingos el reglamentario pollo asado. Las circunstancias del negocio como la desaparición de la prórroga de la ley Boyer de alquileres antiguos y cambios sociales que a nadie se le ocultan la propiedad del negocio cree imposible el mantenimiento del mismo. No sabemos que pasará con el personal, si se logrará recolocar en otros establecimientos de la cadena o si quedarán en la calle.
Se están recogiendo testimonios de los vecinos de agradecimiento a las personas que han estado siriviendo desde el bar a multitud de vecinos del barrio. Si quieres colaborar entra en el grupo "NO ERES DE CHAMBERÍ SI...". También puedes dejar tu testimonio en esta página.