Eloy Gonzalo 16. Un edificio de 1894
Eloy Gonzalo 16. De casa de vecinos a apartamentos turísticos.
De un lado:
1400 metros cuadrados en una propiedad de ciento veinte años bastante deteriorada. Un solo propietario. 4 apartamentos por cuatro plantas más dos locales comerciales. Algunos muy pocos con rentas antiguas. Otros con rentas de mercado.
Del otro lado:
Un fondo buitre chileno. Uno de los muchos grupos inversores que llegan a Madrid al calor de las crisis latinoamericanas. Madrid, como después de la crisis del 98, tiene un atractivo especial para las clases capitalistas de América. No sé, será un poder político muy cercano, será una cultura próxima, serán los precios relativamente más baratos del conjunto de las capitales europeas. El caso es que nuestra ciudad es el paraíso de los ricos venezolanos, argentinos, mexicanos, colombianos y chilenos.
Resultado:
Un cambio de propiedad. Una liquidación, en este caso generosa, todo hay que decirlo, de indemnizaciones para inquilinos. Y catacroc. Una obra para habilitar posiblemente entre veinte y treinta apartamentos turísticos.
Mientras tanto el barrio cambia de cara. Los viejos vecinos desaparecen. Los comercios tradicionales se van de la mano. En este caso desaparecen una joyería, bisutería y un negocio especializado en sonido y alta fidelidad. Todo a mayor gloria del negocio hostelero. La vida en las calles se altera. Nada que no se haya dicho en infinidad de ocasiones. Nada que no esté bien documentado por los expertos.
Me jode ser una especie de heraldo del cambio. La verdad es que los vecinos no se quejan. Muchos ven estos procesos como naturales. En ello va también su parte de beneficio. Pero la ciudad muta.
Y a muchos se nos va la vida en el cambio.