Foto extraida de la página informativa de la Asamblea Popular de Chamberí |
Me entero a través de la página informativa de la Asamblea Popular de Chamberí que la policía municipal impidió que un concierto de música folk ofrecido por el grupos Soulzen y el cantautor Juan se desarrollase debidamente al prohibir el uso de un pequeño equipo amplificador que el Grupo de trabajo de Educación y Cultura de la APCH había puesto a disposición de los artistas.
Supongo que la policía recibiría órdenes superiores. No estuve en el concierto por lo que me abstengo de comentar en extenso la noticia. Solo diré que es la primera vez- y vivo en la misma plaza de Olavide- que me entero que nuestra policía local prohibe el uso de amplificadores para la audición musical.
Diariamente tengo que soportar, unas veces de buen gusto y otras con sordo malestar, a innumerables grupos de músicos callejeros y populares con sus instrumentos a todo meter. Nunca he visto a cuerpo policial alguno controlar el uso de esos artefactos. Tampoco evitando los ruidos del botellón ni los frecuentes griterios de todo tipo de públicos.
Esta actuación policial merece mi repulsa. Ahora bien me servirá de base para exigir en los momentos que lo precise similar comportamiento. Veremos si la respuesta de nuestras autoridades tiene el mismo efecto represivo. Mucho me temo que la represión en este caso tiene un componente político manifiesto.